El Valle de
Viñales está ubicado en la provincia de Pinar del Río, la
zona más occidental de Cuba, en
la Sierra de los Órganos, exactamente en el
grupo montañoso de la Cordillera de Guaniguanico.
El viajero que llega al Valle
de Vinales desde la capital del país va disfrutando de la variedad de tonos del
verde cubano, pero cuando arriba al Valle
percibe un cambio radical y sobrecogedor; la complicidad entre la naturaleza y
el silencio hace que el visitante se sienta dueño de una belleza natural
majestuosa, que se halla por todas partes.
El ambiente mágico se percibe desde la Cueva del Indio, con su río subterráneo, hasta el Mural de la Prehistoria, el Hotel Rancho San Vicente y el fabuloso Mirador de Los Jazmines.
Los típicos mogotes constituyen formaciones geomorfológicas muy singulares, de gran diversidad de formas, que llegan a medir, en algunos casos, centenares de metros de altura.
En el Valle existen otras elevaciones, como Alturas de Pizarras, las cuales están constituidas por una variedad de rocas, las más antiguas existentes a lo largo del país y también en el área caribeña.
Para los cubanos y visitantes foráneos, el Valle de Viñales es una de las áreas más conocidas y atractivas de Cuba, presenta un escenario excepcional, caracterizado por la fusión de su espectacular belleza natural y la conservación del medio ambiente.
También existen en el Valle
construcciones con patrones indígenas como la llamada casa de tabaco y el
típico bohío cubano que al integrarse a sus valores naturales, mogotes,
diferencias del relieve, contraste entre el rojo de los suelos y el verde de
los cultivos, conforman un valor estético y socio-cultural excepcional.
El Mural de
la Prehistoria, pintado sobre el mogote llamado Pita, muestra la evolución de
la vida en sentido natural en Cuba. Se puede encontrar en una ladera
perpendicular, que se limpió antes para poder realizar este trabajo. La roca
fue lavada y se hicieron drenajes en ella para evitar, en un futuro, la erosión
a causa de la lluvia.
Según los
especialistas, el Mural de la Prehistoria se extiende a largo del Valle por 120
y los 160 metros de longitud. Su autor fue Leovigildo González Morillo, ya
fallecido, quien fuera Director de Cartografía de la Academia de
Ciencias de Cuba. En él
están representados indios Guanahatabeyes, especies
de Mamíferos, animales gigantescos, así como algunos Moluscos.
En el Mural
de la Prehistoria se puede ver, en 12 piezas, el proceso evolutivo de los
hombres y de los animales en la Sierra de los Órganos, en sus distintas etapas.
En el
Valle de Viñales también se pueden
encontrar varias cuevas, muy significativas en cuanto a forma y originalidad,
como la de “José Miguel” y la del “Indio”. La última es una caverna, que llega
a alcanzar los 300 metros de extensión, en cuyo interior corren dos ríos
subterráneos.
En la Cueva del Indio, además de las diversas formas y figuras formadas por
las estalactitas y estalagmitas, se han encontrado pinturas y
restos de los utensilios y entierros de las culturas cubanas precolombinas. Sin
embargo, para quienes la visitan, lo que resulta sumamente atrayente es el
recorrido en bote por el Río San Vicente, que corre
por la Cueva.
En
el área de Viñales se conocen 47 sitios arqueológicos. De ellos, 19 están
vinculados a comunidades aborígenes de la época prehispánica de la Historia de Cuba, donde pueden
encontrarse evidencias de sus ritos funerarios, y 28
están relacionados con esclavos cimarrones de origen africano.
El
poblado de Viñales, ubicado en el Valle, conserva el tradicional escenario de
un asentamiento de agricultores, representado por su calle principal, galerías
de columnas a sus lados y casas de tejas, dándole una apariencia singular y
agradable.
Sus
pobladores son afables, hospitalarios y
muy conocedores de su labor económica principal, quienes además del sector
agrícola se dedican al servicio turístico, debido a las atracciones de los
visitantes de las bellezas paisajísticas del lugar.
La
magia del Valle de Viñales está en sus mogotes, en los bohíos situados en las
laderas de las elevaciones, en un paisaje exclusivo y de singular belleza.
Estas características naturales, combinadas con la rica
historia cultural que la región atesora, posibilitaron que el Valle de Viñales
fue aprobado en 1999
como Parque Nacional y, en diciembre de
ese mismo año, fue declarado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad, en
la categoría de Paisaje Cultural. Posee además la
condición de Monumento Nacional, desde el 27 de marzo de 1979.
Un hermoso paisaje natural y humano. Sus habitantes desbordan su trato y atenciones con todos los visitantes, ya sean del país o del exterior. He visitado casi todos sus paisajes naturales por ser mi fuente de origen familiar. Desde pequeño me mudaron para La Habana, o sea mi familia en busca de mejor vida se vio forzada a emigrar; pero yo personalmente nunca rompí con mis raíces proveniente de los Coros. Cuando subí por primera vez a los mogotes en compañía de mi primo Tomasito, me templaron los pies, pero sus consejos y experiencia en busca de los arboles llamados quiebra hacha, usados para los postes de su parcela, me devolvió la calma. Saludos a usted periodista y a todos los habitantes del Valle.
ResponderEliminarGracias por su comentario, un abrazo desde Cuba
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