jueves, 13 de noviembre de 2014

“El banco más largo del mundo”.


El Malecón habanero se encuentra en La Habana, capital de la República de Cuba. Comprende una amplia avenida de seis carriles y un larguísimo muro que se extiende  a lo largo de ocho kilómetros por la costa norte de la capital.
Siete mil metros de un ancho muro de cemento convierten al malecón habanero en el lugar de encuentro más visitado de la capital cubana.

El comienzo de su construcción se remonta a los inicios mismos del siglo XX, en 1901, durante el gobierno provisional norteamericano en la isla.


Su construcción se fue realizando por etapas sucesivas y duró cerca de cincuenta años.  
El primer trayecto 1901-1902 abarcó desde el Paseo del Prado hasta la calle Crespo.
 
  El segundo tramo 1902-1921 y se extendía hasta el Monumento al Maine.

El tercer tramo que duró hasta los años 30 terminaba en la Avenida de los Presidentes donde se erige el monumento a Calixto García.

 


El cuarto tramo y final 1948–1952 culminaba el malecón en la desembocadura del
río Almendares,
custodiada por el Torreón de La Chorrera.


Importantes monumentos se alzan a lo largo de la avenida, como el del Generalísimo Máximo Gómez, el del mayor general Antonio Maceo y el del General Calixto García, además que importantes avenidas de la capital terminan desembocando en el malecón como la calle 23, la avenida de los Presidentes y la avenida Paseo.
                      Monumento al mayor general Antonio Maceo

                         Monumento al General Calixto García

 

   
              Torreón de San Lázaro

Otros edificios y monumentos representativos de la capital también bordean todo lo largo de la avenida malecón, como el Castillo de la Real Fuerza de La Habana, el Castillo de San Salvador de la Punta, el Torreón de San Lázaro, la entrada al Túnel de La Habana, el Hotel Nacional de Cuba, la embajada Suiza sede de la Oficina de Intereses Estadounidense en La Habana, y el Torreón de la Chorrera.


  El emblemático Hotel Nacional de Cuba en las intersecciones  de 23 y Malecón.


                                      La Tribuna antiimperialista.

El Castillo de la Real Fuerza de La Habana con la Giraldilla en una de sus cúpulas símbolo de La habana.




 El Castillo de San Salvador de La Punta con sus cañones de la época. 

 En los inicios, en el siglo XIX, quisieron nombrarlo Avenida del Golfo, más tarde Avenida General Antonio Maceo, pero nadie pudo contra la fuerza de la costumbre y el poder de los lugareños que para siempre lo bautizaron como el Malecón.






No son pocos los que llegan a disfrutar del espectáculo marino, o sencillamente tomar el fresco de la noche. Otros pescan en los arrecifes. La mayoría deja correr el tiempo entre el tránsito de la avenida y los vendedores ambulantes.

 Desde la zona del litoral habanero donde hoy está el Parque Maceo y hasta el Río Almendares lo que existía entonces era una costa de agudos arrecifes y un monte firme e impenetrable, que las autoridades españolas consideraron siempre como una muralla natural ante ataques y lo llamaban “Monte Vedado”. 


La riqueza arquitectónica del Malecón se expresa también en las antiguas edificaciones, la mayoría ahora en remozamiento, que guardan la belleza de las columnas barrocas, adornadas con cabezas de animales, flores y plantas, de colores brillantes, que ni siquiera el fulgor del Sol logra desvanecer. 
Todas y cada una de estas prolongaciones llevaban implícito cambios en los fabulosos proyectos, los cuales finalmente terminaban en ese muro pelado, largo y amado de los que vivimos en esta ciudad, y que un chistoso definió una vez como “el banco más largo del mundo”.

5 comentarios:

  1. Este malecon es uno de los sitios mas hermosos de La Habana

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  2. Tuvimos el privilegio de visitar esta hermosa ciudad de La Habana y su extension Malecon en julio del 2014. Gratos recuerdos del hospitalario publo cubano.

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  3. en los años 80 era el lugar preferido para enamorarse y pasarla bien luego de cenar en el pikin chiken, eso recuerdo

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  4. Yo recuerdo los pollos con papas fritas en el Pio-Pio de L y comerlos en el malecón, todo un clásico. Que años los 80...inolvidables

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  5. VISITE DE NUEVO EL MALECON DE LA HABANA COMO HAGO CADA VEZ QUE VOY A MI QUERIDA CIUDAD QUE ME VIO NACER Y DONDE VIVI 60 ANOS DE MI VIDA, UNA BELLEZA LLENA DE RECUERDOS Y MIRANDO AL FUTURO CON LAS OBRAS DE RESTAURACION TAN BELLAS Y ORIGINALES DE SU EPOCA COMO ESTAN HACIENDO, FELICIDADES, DIOS LOS BENDIGA

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